La albañilería es el arte de levantar edificaciones o construcciones, y en reformas, los albañiles son los que realizan las demoliciones, levantan paredes, muros, bajan techos, realizan rozas, etc...

Para las obras de albañilería se utilizan principalmente materiales pétreos, tales como: ladrillos (de arcilla y otros elementos), bloques de mortero de cemento, piedras y otros materiales similares de igual o parecido origen a los ya mencionados. 

El que realiza obras de albañilería se conoce con el nombre de albañil. 

Básicamente hay tres tipos de albañilería: 

1. Albañilería simple: Usada de manera tradicional. Es en la cual la albañilería no posee más elementos que el ladrillo y el mortero (o argamasa), siendo éstos los elementos estructurales encargados de resistir todas las potenciales cargas que afecten la construcción.
2. Albañilería armada: Se conoce con este nombre el tipo de albañilería en la que se usa un material adicional como el acero, como refuerzo en los muros que se construyen. Principalmente estos refuerzos consisten en tensores (como refuerzos verticales) y estribos (como refuerzos horizontales), refuerzos que van empotrados en los cimientos o en los pilares de la construcción, respectivamente.
3. Albañilería reforzada: con elementos de refuerzo horizontales y verticales, para mejorar la durabilidad del conjunto. 

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